Ante una multitud concentrada en el estadio Carlos Castañeda, convertido ya en histórico y tradicional para estas ocasiones, el gobernador Gildo Insfrán tributó anoche su homenaje a las formoseñas con motivo de conmemorarse este miércoles el Día Internacional de la Mujer pidiéndoles que sigan siendo guardianas de los logros alcanzados desde el modelo formoseño y que estén alertas porque este año arreciarán campañas de desprestigio contra Formosa.
Además, el mandatario les dijo que dejaba en sus manos “la batalla que hay que dar este año porque confíe, confío y seguiré confiando en la lealtad y fidelidad de todas ustedes”, significando que estas situaciones no se resuelven con tibios para admitir que “ninguna mujer es capaz de exhibir tibieza”.
Ante una multitud concentrada en el estadio Carlos Castañeda, convertido ya en histórico y tradicional para estas ocasiones, el gobernador Gildo Insfrán tributó anoche su homenaje a las formoseñas con motivo de conmemorarse este miércoles el Día Internacional de la Mujer pidiéndoles que sigan siendo guardianas de los logros alcanzados desde el modelo formoseño y que estén alertas porque este año arreciarán campañas de desprestigio contra Formosa.
Además, el mandatario les dijo que dejaba en sus manos “la batalla que hay que dar este año porque confíe, confío y seguiré confiando en la lealtad y fidelidad de todas ustedes”, significando que estas situaciones no se resuelven con tibios para admitir que “ninguna mujer capaz de exhibir tibieza”.
Lo hizo ante una verdadera multitud de mujeres llegadas desde distintos puntos del territorio y de los barrios capitalinos, quienes se congregaron en el Estadio Castañeda, escenario del tradicional encuentro entre Insfran y las mujeres formoseñas en el Día Internacional de la Mujer.
Al ponderar el valor femenino, mencionó que en la actual era Cristiana María alumbró en su vientre al Rey de Reyes y también recordó a su madre, doña Pochó, a seis meses de su fallecimiento, porque comparaba sus consejos con los del Papa Francisco respecto de la mujer como generadora de armonía que ningún varón puede ofrecer.
Contó que le aconsejaba sobre la obligación de cuidar a la mujer y que una de las formas de hacerlo era no hablar nunca mal de ella
“Es que con esa armonía ustedes permiten enamorar y con ese enamoramiento nos permiten ver qué bello que es el mundo”, apuntó.
Siempre ajustado a los dichos del Santo Padre, Insfrán manifestó que cuando la mujer está ausente también lo está la armonía, indicando que es lo que ocurre en la actualidad cuando ocurren las guerras, los desplazamientos de poblaciones civiles, cuando buscan refugio nuevos horizontes en otros lugares donde se les niega el acceso.

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