La presencia del grupo de delincuentes tomo estado público, luego que uno de sus miembros “apretara” a una abogada por los dichos, entre “inoportunos y cándidos” de la letrada, en el marco de una crisis de pareja. La escena fue filmada y ese material pretendió ser usado como herramienta para lograr el objetivo.
Aunque no trascendió oficialmente, se supo que un grupo de oficiales de la Policía provincial se encuentra muy cerca de desarticular a una banda de extorsionadores que opera en el corredor norte del territorio, entre Clorinda y la capital. “Trabajamos sobre pistas muy firmes; se trata de gente local y de Paraguay y se especializa en obtener filmaciones y audios, de alguna manera comprometedora, todo lo cual es usado para chantajear”, reveló una fuente muy cercana a la tarea investigativa.
A fines de octubre, este medio publicó un hecho dando cuenta que una abogada hizo los arreglos necesarios, en el interior de su propio automóvil, para que un hombre, al que conocía de antes, golpee “hasta mandarlo al hospital” a su propio marido, a cambio de 4.000 pesos. El arreglo no se cumplió porque el encargado de la agresión se contactó con la víctima para contarle todo y entregarle una copia del video que hizo con su celular, mientras hablaba con la mujer.
El suceso fue relatado por Edgar Omar Lezcano, un suboficial mayor del Ejército argentino que cumple tareas en el regimiento local, aunque los detalles más calientes tomaron vuelo al publicarse el video en Facebook, donde su mujer, Analía Vanesa López hace el encargo.
“La única razón que puede existir para justificar todo esto es el desequilibrio psicológico”, había reflexionado Lezcano ante la consulta periodística.
“Sabemos de ese suceso y estamos muy cerca de la resolución”, aseguró el informante.
Pero dejó otros datos. “Lo ocurrido afectó a una prestigiosa abogada con más de diez años de ejercicio en la matricula, sobre todo nacional, lesionando su propia vida familiar y seguramente alcanzó lo social y profesional”, consideró.
“Tal vez lo más extraño de este caso en sí, fue la reacción apresurada de su propio marido que en lugar de tratar de llegar al fondo de la cuestión se haya dejado envolver por un delincuente que se aprovechó de un momento de clara crisis de pareja y mediante un video, en varios pasajes editado y cortado, pretendió un objetivo, claramente económico”, apreció.
También reveló que de las averiguaciones encaradas en el marco del mismo caso se supo que “inicialmente, el mismo material adquirido de la charla con la abogada, pretendió ser utilizado por la misma persona, que se hace llamar Santiago Nuñez, para extorsionar a la propia mujer; después acudió a su esposo, al ver rechazado su propósito inicial”, redondeó.
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