"MI PADRE NO ES JUSTICIERO" DICE RÁUL MENDOZA(H)


La carta fue enviada a los medios de comunicación donde el hijo de uno de los cambistas Raúl Mendoza hace su descargo sobre el enfrentamiento entre ladrones y cambistas de Clorinda, donde muere uno de los delincuentes, la carta dice cuanto sigue y bajo el titulo de :


UN HOMBRE QUE NO ESTA SOLO


Hubiese querido no tener que escribir estas líneas, pero la confusión sobre la tragedia en la que quedó envuelta mi familia lo amerita. Mi padre es un hombre que vive hace más de 40 años en esta ciudad y siempre dignificó su vida trabajando. Hace poco más de cuatro años lo hace de cambista, trabajando de corrido por más de 16 horas.
Él eligió vivir dignamente.
Como todos saben el miércoles 1 de marzo dos personas armadas y en motocicleta intentaron asaltarlo.
Por instinto, y quizás porque defendía el pan de su familia, mi viejo se resistió y fue golpeado por uno de los delincuentes que percutó tres veces su arma.
El que hoy esté con vida es obra de DIOS porque el ladrón, escondido tras pasamontañas y guantes, estaba dispuesto a matarlo: mi padre no murió porque las balas no salieron.
En el forcejeo con el delincuente, una bala impacto de frente en la parte lateral izquierda de su cuerpo y el delincuente salió a correr, pero terminó desplomándose unos metros más allá.
El disparo no fue artero como se intenta hacer ver por parte de quienes defienden esta forma de vida. Entiendo el dolor de la familia, pero no justifico sus actos. Conocido es su extensísimo prontuario y sus vínculos con casos delictivos resonantes en nuestra ciudad que es chica y en la que todos sabemos quién es quién.
Mi padre no es un justiciero. Fue una víctima de tener que elegir entre vivir y morir sin buscarlo: simplemente se encontró en una milésima de segundo en el dilema existencial de preservar su vida y actuó en consecuencia.
Este hecho debería llevarnos a reflexionar sobre cómo la inseguridad, el flagelo de la droga y el frágil sistema penal atentan contra las personas que quieren vivir dignamente y en libertad.
En las redes sociales se leen cosas como que fue un “accidente laboral” y están los que reivindican la delincuencia. Como si robar fuera un trabajo.
En rigor de verdad: un hombre que eligió el camino del trabajo y el sacrificio se vio expuesto en un hecho de violencia por la irresponsabilidad manifiesta de otro que eligió el camino fácil de la ilegalidad.
Y ahora debe cargar mi padre con la pena que significa haber actuado en defensa propia para salvar su vida, pena que jamás mostró el delincuente decidido a atentar contra una vida para lograr satisfacer su codicia.
Queremos agradecer el infinito apoyo de la comunidad que recibió nuestra familia. Esta tragedia nos duele, nos golpea, pero nos va seguir manteniendo unidos, porque creemos en el trabajo digno y damos ejemplo con nuestras acciones.
No olvidemos que son las acciones las que definen a los hombres.
Raul Mendoza (hijo)

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