Joven Clorindense destacado : "De la escuela al Congreso", la lucha de Agustín contra la violencia género

Tiene 18 años. Viajó desde Clorinda, Formosa para hacerse escuchar en el Congreso: "Vengo de una provincia machista".


Chicos y chicas de todas las provincias son elegidos todos los años para participar en el Parlamento Juvenil en el Congreso. Para ser seleccionados, escriben ensayos sobre un tema relacionado con la discriminación en cualquiera de sus aspectos. Este año, viajaron a Buenos Aires 74 jóvenes para participar de esta actividad organizada por el INADI


Estamos en el último piso del un hotel cercano al Congreso, del otro lado de la ventana, el cielo lluvioso porteño que muchos de estos chicos de 15 a 18 años ven por primera vez. Algunos tocan la guitarra, otros terminan un almuerzo apurados. La mayoría acaba de bajar del avión que los trajo de puntos tan distantes como Ushuaia y Jujuy. Tienen una agenda apretada con debates, reuniones y entrevistas. Se preparan para el momento más emocionante: sentarse en una banca de legislador, en el recinto de la Cámara de Diputados.
Agustín Cantero vive en Clorinda, Formosa, y está a punto de terminar el séptimo año de una escuela técnica. Pero no va a dedicarse a  la informática, como indicará su diploma, porque le interesa el periodismo.


Agustín, de 18 años, es el único varón de los elegidos para representar a los jóvenes de las provincias que escribió sobre violencia de género. Formosa estuvo segunda en el listado de femicidios. Todavía está fresco el recuerdo de un crimen en junio pasado, en la localidad de Las Lomitas, donde fueron asesinados una mujer y sus tres hijos de 3, 4 y 5 años.
“Causa escalofríos. Desde hace mucho tiempo se vive, se palpa este problema, que está agudizándose cada vez más. El Miércoles Negro, las mujeres, en una manifestación muy importante, se hicieron sentir en la calle. Y sin embargo, en mi pueblo la gente no salió. No sé si por miedo, si por falta de costumbre. Generalmente no lo hacen ni siquiera cuando hay cortes de energía en verano o nos falta el agua”, se lamenta Agustín.
 “Vengo de una provincia machista, donde como en el Paraguay, el hombre es el poderoso, el que mantiene el hogar. El que mira de reojo con desaprobación cuando se habla de empoderamiento de la mujer. En Formosa, las mujeres están relegadas”, sostiene.
Para Agustín, la solución a la violencia de género está en la creación de espacios de concientización, sobre todo en la escuela, desde la educación inicial.
En el instituto donde estudia son las profesoras las que estimulan a las alumnas a investigar sobre el tema, a escribir sobre eso y a debatirlo. “Tal vez muchas de ellas vivieron situaciones en carne propia, o fueron testigos en sus casas. Ahora pueden expresarse sobre eso y sacarlo afuera, hacerse sentir”, explica.
Agustín considera que en su colegio, que es técnico, la educación tiende a ser más igualitaria: “Las chicas se ensucian las manos con grasa o martillan a la par de nosotros y eso pesa”.
Sin embargo, cuando piensa en sus compañeros varones, se ríe con resignación: “Siempre molestan a las chicas, les hacen bromas por la ropa, por el pelo, por alguna actitud. Y si yo les digo que eso no se hace, que las dejen tranquilas, que las respeten, no lo toman en cuenta y me dicen que me pasé de bando”.

Pero las mujeres lo apoyan. Sus compañeras lo felicitaron cuando se enteraron de que había sido elegido para viajar al Parlamento Juvenil. “Me pidieron que hable del tema en el recinto, y espero poder hacerlo porque los asuntos a tratar son muchos”, aclara.
“Para mi, participar en una comisión, ocupar la banca de un legislador, es un compromiso, un privilegio. Voy a poder escuchar problemáticas distintas. Va a ser útil porque también está en mis planes dedicarme a la política”, asegura.
-“Con la mano en el corazón. ¿Tenés algún resabio machista?”
Se ríe con sus dientes blancos, y contesta : “Y… seguro de vez en cuando ¡alguito se me debe escapar!”  fuente TN

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