Desde Docentes Autoconvocados emitieron un duro comunicado criticando al gobernador. “Es terrible que mientras los trabajadores por las redes sociales discuten exigen, preguntan por la posibilidad de un bono a fin de año
el gobierno provincial, con el voto siempre afirmativo de los 22 diputados oficialistas continúan con el ajuste sobre los trabajadores, sobre sus salarios y sus condiciones laborales” reflexionó Nilda Beatriz Patiño, secretaria general del gremio.
“Hoy la discusión debería ser qué hacemos para detener este ajuste, cómo nos organizamos, cómo resistimos entre todos, en lugar de la mirada egoísta de cada sector por tratar de salvarse solos.
La pasividad de los trabajadores permite que desde la legislatura local y fieles al libreto dictado por el Ejecutivo no solo nos cocinaron con la reforma jubilatoria votada a libro cerrado en el mes de julio, sino que el 8 de noviembre del 2016 cuando aprobaron el presupuesto del ejercicio 2017 autorizaron al Poder Ejecutivo Provincial, a reestructurar y armonizar el régimen de remuneraciones y de las asignaciones familiares de los agentes de la
Administración Pública Provincial, activos y pasivos, comprendiendo a todos los escalafones, convenios, estatutos y regímenes de pasividades, cualquiera fuere su origen, cuyas prestaciones se atiendan por la Caja de Previsión social de la Provincia; y a modificar o dejar sin efecto, suplementos, premios y adicionales de cualquier naturaleza que perciben los empleados públicos.
Esto significa darle a Gildo Insfrán el poder de decidir quién come y quien no come entre los empleados públicos” dijo Patiño.
“Hoy la gente cree que solo opinando las redes sociales van solucionar sus problemas, o van a modificar esta realidad que les disgusta. Y la realidad es que cada uno de esos que escriben en las redes sociales tiene que hacerse cargo, dejar un rato el teclado y salir a hacer algo para que esto se modifique”.
Respecto al bono de fin de año, opinó que “dinero hay, la provincia sigue recibiendo dinero, pero la gente debería hacer escuchar su clamor. No alcanza que salgamos los dirigentes, salgamos a través de los medios, el gobernante debería sentir en sus orejas el zumbido molesto de las necesidades de la gente. Y eso, no se escucha en las calles”.
el gobierno provincial, con el voto siempre afirmativo de los 22 diputados oficialistas continúan con el ajuste sobre los trabajadores, sobre sus salarios y sus condiciones laborales” reflexionó Nilda Beatriz Patiño, secretaria general del gremio.
“Hoy la discusión debería ser qué hacemos para detener este ajuste, cómo nos organizamos, cómo resistimos entre todos, en lugar de la mirada egoísta de cada sector por tratar de salvarse solos.
La pasividad de los trabajadores permite que desde la legislatura local y fieles al libreto dictado por el Ejecutivo no solo nos cocinaron con la reforma jubilatoria votada a libro cerrado en el mes de julio, sino que el 8 de noviembre del 2016 cuando aprobaron el presupuesto del ejercicio 2017 autorizaron al Poder Ejecutivo Provincial, a reestructurar y armonizar el régimen de remuneraciones y de las asignaciones familiares de los agentes de la
Administración Pública Provincial, activos y pasivos, comprendiendo a todos los escalafones, convenios, estatutos y regímenes de pasividades, cualquiera fuere su origen, cuyas prestaciones se atiendan por la Caja de Previsión social de la Provincia; y a modificar o dejar sin efecto, suplementos, premios y adicionales de cualquier naturaleza que perciben los empleados públicos.
Esto significa darle a Gildo Insfrán el poder de decidir quién come y quien no come entre los empleados públicos” dijo Patiño.
“Hoy la gente cree que solo opinando las redes sociales van solucionar sus problemas, o van a modificar esta realidad que les disgusta. Y la realidad es que cada uno de esos que escriben en las redes sociales tiene que hacerse cargo, dejar un rato el teclado y salir a hacer algo para que esto se modifique”.
Respecto al bono de fin de año, opinó que “dinero hay, la provincia sigue recibiendo dinero, pero la gente debería hacer escuchar su clamor. No alcanza que salgamos los dirigentes, salgamos a través de los medios, el gobernante debería sentir en sus orejas el zumbido molesto de las necesidades de la gente. Y eso, no se escucha en las calles”.
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