Un formoseño de Naineck a bordo de la “Libertad”



“La intención de ingresar a la Armada viene desde chico”, dijo el Guardiamarina en Comisión Juan Ramón Centurión de Formosa, días antes de emprender el 45° Viaje de Instrucción Naval a bordo del buque escuela fragata ARA “Libertad”. El formoseño viajará para completar su formación profesional y egresar como oficial de la Armada Argentina.

EN NAVEGACIÓN - Juan Ramón Centurión es el representante de su ciudad natal en el mundo, de Argentina y de la Armada en el extranjero. Oriundo de un pequeño poblado agrícola en Pilcomayo, decidió ingresar en el 2013 a la Escuela Naval Militar enamorado de la vida en el mar por los relatos que le transmitían allegados y amigos de su hermano mayor Luis.

Su interés y primer entusiasmo por el mar continúa y este último año de Escuela Naval lo hace a bordo de la “Libertad”. A la distancia, Juan Ramón extraña las mañanas de calma en Laguna Naick-neck. “Nací y me crié allí, donde aún se encuentra mi mamá y yo vuelvo cada tanto”, relató.

“Mi pueblo es un lugar especial; le tengo mucho cariño porque es simple, familiero e íntimo; lugar de muchos recuerdos. Cuando vuelvo, disfruto de su silencio y tranquilidad”, evocó el formoseño.

Ya en el 2008, con 16 años, contó que quería ingresar a la Armada Argentina al término de su colegio secundario en la escuela estatal EPES N° 19 “Vuelta de Obligado”; “pero obviamente por cuestiones de edad se postergó un poco mi deseo”, apuntó. Así fue que siguió una licenciatura en Producción Agropecuaria en Laguna Blanca y alcanzó un título intermedio de Técnico en Producción Agropecuaria.

“La intención de ingresar a la Armada viene desde chico, y visto desde afuera quizás suene raro porque soy de tierra adentro… pero la realidad es que siempre me interesé por las cuestiones relacionadas al mar”, destacó. Los amigos de su hermano le contaban de sus viajes, navegaciones y cambios de destino en la Armada y con el tiempo fue reafirmando la intención de ser parte de la Fuerza.

“Ellos también me hablaban del compromiso que uno adquiere con la Institución y el país; pero quizás uno en ese momento no lo dimensiona y hoy, con más experiencia, entiendo lo que significa el servicio”, explicó el joven de Laguna Naick-neck.

“La Escuela Naval es un instituto de formación donde uno refuerza los valores y adquiere el compromiso para desempeñar esta función tan particular, que no es ni mejor ni peor, sólo diferente. Como siempre digo, la Armada no es un trabajo, es una vocación. En la escuela uno aprende a conocerse a sí mismo y a querer esta forma de vida”, dijo.

Su mamá y hermano le brindaron la seguridad necesaria para decidirse, “implicaba un proyecto nuevo: la distancia y todo desconocido. El apoyo de mi familia para seguir esta vocación fue fundamental porque teniendo 10 años perdí a mi padre”.

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