Heladas causaron severos daños en los cultivos de la zona norte

Desde la Federación Agraria expresaron que este revés climático le dio “el toque final” a la castigada producción de banana La ola polar se hizo sentir con fuerza en la ciudad, pero también castigó con dureza los cultivos de los productores de la zona Norte de la provincia. Así lo informó el titular de la Federación Agraria Argentina de Laguna Naineck, Pánfilo Ayala, quien agregó que en lo que respecta a la producción bananera, el frío llegó “para darle el toque final a lo que quedaba en pie”. “En tres días pasamos de temperaturas que superaron los 32º a estas heladas muy grandes en la zona norte de la provincia; esto nos produjo un daño tremendo”, comentó a medios provinciales De acuerdo a lo que describió, los cultivos más perjudicados son los de banana, cítricos y cucurbitáceas que fueron sembradas con intención de primicia pero que no fueron cubiertas. “Recibimos informes, cada hora, de los productores de las colonias que dicen que la helada intensa causó daños muy graves en la zona de plantación”, lamentó Ayala. Con pesar comentó que este revés climático agrava la crisis agrícola y que como consecuencia varios productores vendieron, y otros pusieron en venta sus tierras. “Es un año oscuro para la banana” El referente agrario de Laguna Naineck señaló que los productores bananeros están en una “situación incómoda”, en un año donde el clima les jugó una mala pasada, pero que el golpe más fuerte llegó por la poca comercialización frente a productos extranjeros que ingresan al país con precios muy inferiores. “La situación económica no está bien, los productores no pueden vender su cultivo; en el caso de la banana es un año muy oscuro”, contó. Refirió que fueron cientos de miles de toneladas que se pudrieron en las chacras por falta de venta y que en la actualidad el productor no dispone de recursos económicos para afrontar los períodos de reinversión. “La falta de políticas públicas diferenciadas para la economía argentina causó estragos”, apuntó. Ayala mencionó: “Recorrer las colonias y ver cómo están viviendo los pequeños productores es muy doloroso y angustiante. Nos sentimos impotentes cuando nuestras propuestas no son comprendidas por los gobiernos”.

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