Ayer, cerca de las 16 horas se desató un temporal en la capital formoseña que empezó con un fuerte viento, seguido por granizos de enormes tamaños y luego una intensa lluvia.
La caída de las piedras se sintió en todos los barrios de la ciudad y causó grandes pérdidas materiales, sobre todo en los propietarios de automóviles, los cuales terminaron con los parabrisas y las lunetas destruidas; también se registraron algunos heridos, que presentaban pequeños cortes en diferentes partes del cuerpo; de la misma forma comercios quedaron con sus vidrieras totalmente destrozadas. Debido a la intensidad del temporal y el tamaño de los granizos, cientos de formoseños se vieron inmersos en el pánico, ya que el ruido que ocasionaban al caer a los techos era "ensordecedor".
A través de las redes sociales usuario de diferentes puntos de la ciudad compartieron postales de lo ocurrido, que no dejaba de asombrar por los daños causados y el tamaño de los granizos.
Acciones del Municipio
Para hacer frente al violento temporal de agua, viento y granizo, todas las áreas de servicios de la Municipalidad ejecutaron tareas en diferentes sectores de la capital.
Una vez que se redujo la intensidad del meteoro, cuadrillas, camiones y máquinas de la Comuna desarrollaron intensas acciones para desalojar las calles de ramas caídas y procedieron a limpiar sumideros y bocas de tormenta para permitir el rápido escurrimiento del agua.
El director de Prevención y Emergencia, Alfredo Sánchez, detalló que "ante las fuertes ráfagas de viento y el inusual tamaño de los granizos que cayeron, se registraron algunas roturas de vidrios y parabrisas de autos, caída de ramas de árboles y cortes de cables en algunos sectores de la ciudad, sin que se reporten lesionados".
"Inmediatamente, todas las áreas del Municipio desarrollamos acciones tendientes a dar soluciones a los problemas originados por el temporal que, pese a su intensidad, tuvo una corta duración y, afortunadamente, no provocó mayores daños", concluyó.
Finalmente, según se supo, los talleres mecánicos y chapistas se vieron colapsados ante la demanda para arreglar los rodados, mientras que muchos vecinos ya empezaron a comprar las partes dañadas para que sean cambiadas, lo que representa un gran presupuesto.
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