Cierra el mes de octubre y también el lapso en el cual hubo una fuerte promoción a la toma de conciencia acerca de la prevención en el cáncer de mama, y en ese sentido surgen datos más que relevantes: Y por ejemplo la menor prevalencia en mujeres indígenas de esta enfermedad, y la fuerte incidencia que tendría en ello la lactancia materna.
Quien así lo certifica es la doctora Cristina Mirassou, subsecretaria de Gestión de Establecimientos Asistenciales del 1° y 2° Nivel del ministerio de Desarrollo Humano, que aludió a la fuerte campaña de todos los efectores de salud de capital e interior, resultando llamativo que en algunos lugares del extremo oeste, como María Cristina y Lote Ocho desarrollaron un programa de actividades con una “altísima adhesión” de las lugareñas, mayormente aborígenes.
Indico que en esa zona se desarrollaron sus materiales ajustadas a las pautas de los aborígenes que habitan allí, así que lo intercultural y bilingüe fue central, aunque facilitado por equipos de salud integrada por recursos humanos indígenas y no indígenas.
“Trabajan allí tres enfermeros universitarios wichi en estas comunidades, dos de ellas mujeres y un varón, con lo cual campañas de promoción como estas tienen gran aceptación. Aunque en general las acciones de promoción, como las vacunaciones que se lanzan tienen una adhesión muy importante de las comunidades”, expuso.
Destaco que “mucho de avanzo a partir de la confianza, donde mucho tiene que ver que en estos equipos de salud hay mujeres indígenas capacitadas a partir de aumentar el acceso a mayores niveles educativos que la llevaron a profesionalizarse”.
Aludió Mirassou a que “otro factor importante que contribuye a que tengamos mayor aceptación es la decisión desde hace muchos años de haber incorporado a la red de salud a profesionales de la obstetricia en los centros de salud del interior, donde contribuyen enormemente a la prevención y concientización”.
Revelo la subsecretaria que “en la mujer indígena la prevalencia del cáncer de mama es mucho más baja que la de mujeres que forman parte de las poblaciones tradicionales. Dentro del grupo de mujeres aborígenes es mayor la prevalencia de cáncer de cuello uterino”
Explico que “son más bajos los casos de cáncer de mama en las mujeres aborígenes por el factor que es la lactancia materna. Estas dan de mamar en forma exclusiva y prolongada a sus bebes, algo muy bueno que se ha conservado y reviste enorme valor”.
Aludió a las campañas complementarias donde se informa fuertemente de este factor protector, además de la vinculada a lo fundamental de la lactancia materna. “Es que estamos hablando de una doble protección, de la criatura a la cual no solo alimenta sino da defensas contra una serie de enfermedades; y el resguardo a futuro contra este cáncer para la madre”, significo.
Expuso que “las mujeres cuando nos hacemos la mamografía desde los 40 años nos preguntan si hemos dado de mamar, y eso está dado por ese factor protector antes señalado. Así como es un alerta que la línea directa de sangre como la madre que haya padecido esta enfermedad, incluso se recomienda los controles a una edad más temprana”.
La educación
Destaca que “para lograr que las jóvenes indígenas accedan a los servicios de salud y educación, mucho tuvieron que ver las políticas públicas que se ocuparon de la infraestructura, caminos, escuelas. Es que donde existe un grupo de jóvenes, ya tenemos un colegio secundario”, subrayando que “con la educación intercultural bilingüe se produjo un salto en la calidad educativa”.
Sin embargo aclara que “las comunidades están sufriendo la crisis de crecimiento, y es algo que se da muy rápido. Las personas mayores ven ahora que sus hijos manejan computadoras, tienen otros tiempos y aspiraciones, otros ritmos, porque los antiguos poseíamos otra dinámica, sin luz y comunicación. Son muchas cuestiones que tienen una complejidad sociológica que lleva tiempo identificar, no es el tiempo de cómo circulan las noticias de impacto, con análisis simplistas o muy universales”.
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